Nos está tocando vivir una época de cambios e incertidumbre de tal envergadura que algunos se aventuran a considerarla como un cambio de era. “La revolución tecnológica es una verdadera revolución, y no el comunismo como nos decían de pequeños…”, comentó el ministro español de Educación en funciones, Iñigo Méndez de Vigo, en el IX Foro ECOFIN celebrado este martes en Madrid bajo el título “Neoconomía. Transformación Digital a través de la Innovación Financiera”.
Y en efecto, en tan sólo 20 años las nuevas tecnologías han impactado profundamente en la forma de vivir y relacionarnos. Y no ha sido más que el comienzo. Según varios estudios, el 50% de los trabajos podrían ser automatizables en una década. Y por si este vaticinio fuera poco impactante, aquí tenemos otra previsión demoledora para el mercado laboral: el 65% de los niños que ahora comienzan Educación Primaria van a trabajar en puestos de trabajo que no existen en la actualidad, según un estudio de la consultora argentina Scoop Consulting.
Pero tampoco es necesario avanzar mucho en el tiempo, porque ahora mismo nos encontramos que 4 de las 10 compañías más importantes del mundo son puramente digitales, con lo que el ecosistema startup de creación de empresas tecnológicas ha llegado ya a la cima mundial. Pero cuando analizamos el estado de la transformación digital de las empresas tradicionales, nos llevamos una sorpresa. En España, por ejemplo, nos encontramos con la paradoja de que siendo uno de los países del mundo con más penetración digital, en lo que se refiere a aplicación de la tecnología por parte de las empresas nos encontramos más bien a la cola de Europa.
Y el problema no es la oferta. Existe una gran variedad de opciones tecnológicas de todo tipo. Ya no es necesario encargar un desarrollo informático específico para cada necesidad, porque en el mercado hay soluciones estándar por un costo realmente bajo, y hasta se pueden encontrar propuestas gratuitas para poder probar los programas sin límite de tiempo.
Entonces, ¿dónde está el impedimento para poder aplicar la tecnología existente y conseguir una mejora de los resultados?
Si en algo coinciden los expertos de la transformación digital es en que el principal obstáculo es la resistencia al cambio. “No podemos seguir liderando como a finales del siglo pasado”, sentenciaba José Aguilar en su intervención en pro del Líder Transformacional. Y como se había comentado en la jornada, el cambio debe venir desde arriba hacia abajo. ¿De qué nos sirve tener al alcance nuevas herramientas tecnológicas si no sabemos adaptar nuestros procesos de trabajo para sacar el máximo provecho de las mismas? ¿Y para qué gastarnos el dinero en cargas ingentes de “big data” si luego no tenemos un equipo preparado para poder asimilar esa nueva información y operar en base a ella?
Aquí nos damos cuenta de que la actitud de apertura al cambio es tan relevante o más que la propia transformación digital. Por ello debemos asegurarnos de que nuestras compañías están plenamente preparadas para adaptarse a los cambios de la manera adecuada. Y aquí aparece la necesidad de la mirada externa. Un consultor ofrece un enfoque objetivo e imparcial que permite detectar dónde se encuentran las oportunidades de mejora, además de proveer herramientas efectivas que ayuden a transitar por el cambio del cambio de la manera más rápida y más sencilla posible.
Por lo tanto, estimadas empresas, tanto si están pensando en digitalizar algún área de su empresa, como si no (en este caso, con mayor motivo), busquen a un buen consultor estratégico con quien trabajar a fondo tanto sus necesidades como el mejor camino para satisfacerlas, antes de lanzarse a adquirir soluciones tecnológicas o quedarse tranquilo sin querer adquirir nada (lo cual podría ser más peligroso, al ritmo que va el mundo, porque quien se quede quieto en el sitio corre el riesgo de quedarse el último en la carrera).
Si está pensando en innovar en su empresa, y tras leer estas líneas sospecha que pueda haber alguna ligera resistencia al cambio que busca, estaré encantada de escucharle y ver si podemos ayudarle a recorrer su camino de transformación.
Por Mónica García Bustamante
Directora Asociada Twice Consulting
http://www.twiceconsulting.com
