Vivimos tiempos convulsos. Nunca imaginamos que una crisis podría ser tan profunda, ni durar tanto, pero aquí estamos, un poco confundidos tras siete años de depresión económica. Nos cuesta aceptar que nuestra situación no vuelva a ser como la anterior a la crisis.
Pero todo ha cambiado: las prioridades, las estrategias, los estilos de liderazgo, los principios y valores. Las normas del juego no son las mismas en periodos de crecimiento que de contracción económica. Hay muchas cosas que ya no podemos controlar. Pero hay algo que sólo nosotros podemos modificar: nuestra actitud ante las distintas situaciones de la vida. Nos los enseñó Viktor Frankl, neurólogo y psiquiatra austriaco preso durante tres años en campos de concentración nazis, en su maravillosa obra “El hombre en busca de sentido”. Si personas que aún privadas de su libertad y casi de su dignidad han podido encontrar una motivación para vivir y evolucionar cada día, ¿cómo no podemos todos y cada uno de nosotros sacar algo positivo de nuestras propias dificultades?
Sea cual sea tu preocupación laboral: si tienes temor de que te despidan, o te han despedido ya, o llevas tiempo en el paro, o te lanzaste a emprender y te cuesta abrirte camino más de lo que esperabas… hazte un favor y deja de escuchar la avalancha continua de dudas y miedos internos. Date un respiro. Calma la mente. La necesitas bien despierta y relajada para que se vuelva creativa y pueda descubrir nuevas ideas.
De eso se trata el carácter emprendedor, de generar ideas que puedan mejorar nuestra situación actual, y después ser capaces de convertirlas en realidad. Da igual que seas un empresario, profesional independiente o trabajador por cuenta ajena, el carácter emprendedor te ayudará a enfocar tu capacidad y energía en encontrar soluciones a tus problemas y crear nuevas oportunidades de crecimiento.
Ahora más que nunca se necesitan personas positivas, capaces de generar nuevas ideas para adaptarse al cambio continuo. ¡Necesitamos emprendedores por todos lados! Emprendedores e intraemprendedores encontrarán salidas profesionales pese a las crisis económicas y políticas que sacuden Europa. Potenciemos entre todos el carácter emprendedor.
¿Y cómo hacerlo? Comenzando por nosotros mismos. Creando nuestras propias soluciones sin importarnos las condiciones actuales. Trabajador por cuenta propia, ajena, emprendedor… ¿Qué más da? Siempre existen acondicionamientos factibles de ser utilizados como excusas. No ha excusa. Si somos capaces de crear un nuevo presente, estaremos construyendo un nuevo futuro.
Por Mónica García Bustamante, para América Retail Opinión